Entrevista a la jugadora del Extremadura Arroyo, Gabi Silva
A principios del mes de noviembre pasado, la directiva y el cuerpo técnico del Extremadura Arroyo 30 decidieron fichar a las brasileñas Gabi Silva y Kami Augusto. El equipo arroyano tuvo un mal arranque de temporada. Se marcaron el objetivo de comenzar a sumar victorias que propiciasen la salida del último de la tabla clasificatoria, y lo que esta circunstancia conllevaba, el descenso automático de categoría. Tres meses después, el equipo extremeño continúa sin sumar su primer triunfo. La permanencia en la élite del voleibol español cada jornada se antoja más complicada. Una de esas dos jugadoras, la rematadora de ala Silva, aún confía en poder ofrecer a su afición continuar militando la próxima temporada en la Superliga Iberdrola.
Silva: «Soy una guerrera, quedan siete partidos y vamos a luchar hasta el final»
En su opinión, eludir el descenso, está complicado, pero no imposible. Cree que todo el equipo tiene que hacer frente a la situación como un reto y no como un problema.
Declaraciones
A su juicio, «estamos en una fuerte liga donde sabíamos que no sería fácil. Tenemos que utilizar ese problema para nuestro propio crecimiento como equipo y como deportista. Aunque todavía no lo hemos conseguido, la oportunidad existe y aún tenemos siete partidos por delante; soy una guerrera y no podemos dejar de creer, corregir nuestros errores y sobre todo luchar cada punto, porque hasta el final tendremos nuestras opciones».
Gabi Silva asegura sentirse «fenomenal» en la localidad cacereña de Arroyo de la Luz. Destaca entre otros factores, que fue muy bien recibida y eso la ayudó en que su adaptación fuese más rápida. Reconoce ciertos problemas de comunicación en los primeros días. Aunque ya entiende bastante el español, y eso facilita mucho la vida en todos los sentidos.
En cuanto a la mala temporada que está cuajando la formación cacereña, Silva afirma no tener una respuesta que justifique los resultados del equipo.
«Entrenamos muy duro, día a día, semana tras semana, y los resultados no acompañan. Lo que termina haciendo mella en el aspecto anímico».
«Pero mi fe, que no me permite dejar de creer que podemos, y mi persistencia, van a vencer. Van hacerme ser mejor cada día, y por eso voy a seguir entrenando para mejora. Deseo corregir mis errores y potenciar lo que tengo de bueno para que sea capaz de contribuir y ayudar al equipo en los próximos partidos a conseguir el objetivo final», concluye.
Be the first to comment