Julia Cabeza, una de las dos líberos con que cuenta el equipo el Extremadura Arroyo en Superliga Femenina 2 (SF2), la otra es Bea Gómez, asegura que comenzó a jugar en esta posición para jugadoras especializadas en recepción y defensa en segunda línea, «cuando era cadete, en la selección extremeña, porque me di cuenta de que me encantaba estar todo el día por el suelo, impidiendo que el balón cayera«.
Cabeza (Arroyo de la Luz, Cáceres, 1998), reconoce que echa de menos otras facetas del juego del voleibol, «sobre todo sacar y rematar, que al final es con lo que más se puntúa, de hecho, en los entrenamientos, siempre intento que me dejen hacerlo, pero no siempre ‘cuela’«.
La jugadora señala que otro factor que debe ser tenido en cuenta para entender su paso a la demarcación de líbero es que cuando le subieron la altura de la red al pasar de la categoría cadete a juvenil, «aunque saltaba bastante, me di cuenta que destacaba más en defensa y recepción, así que decidir apostar por el cambio, poco a poco fui cogiendo confianza y, hasta ahora«.
En su opinión, también cabría destacar como parte importante del nivel que atesora en SF2 en el puesto de líbero el hecho de haber contado como compañera y ‘maestra’ con una de las insignes veteranas del equipo, Bea Gómez, «lo que considero una suerte tremenda«.
«Cuando era recogepelotas ya me fijaba en ella, para mí es una referencia, tiene mucha calidad y experiencia, aprendo cada día a su lado, siempre que tengo una duda recurro a ella y además, como somos muy diferentes, ella muy tranquila y yo puro nervio, me viene muy bien tener a mi lado a alguien así«, prosigue.
En la actualidad, Julia Cabeza, se ha convertido en una de las líberos con más proyección de la categoría, y aunque asevera que siente un poco «de pena» por tener que salir de la campo cada pocos puntos, «a veces sin tocar el balón, lo que se resta poder de concentración, me estoy dando cuenta de que algunas de las ‘peques’ de las canteras me tienen como modelo, eligen
Be the first to comment