Coordinador de los Jedes y co-fundador del Club Polideportivo Mideba, Miguel Mancho ha dedicado toda su vida al colectivo discapacitado. Tinerfeño de nacimiento, viajó a Extremadura en busca de un trabajo como docente que desempeñaba al mismo tiempo que trasladaba a la sociedad su lema más característico: todos debemos contar con las mismas oportunidades
Cercano, afable y generoso. Responsable de situar en el correcto lugar a un colectivo discriminado. Generosidad y honradez para dedicar una vida entera a la minusvalía. Para erradicar pensamientos absurdos e inoportunos. Para eliminar los miedos. Para demostrar que si se quiere, se puede.
Miguel Mancho Déniz (Santa Cruz de Tenerife, 23-12-1950) es una de esas personas ejemplo cuyo mensaje debería persistir a lo largo del tiempo. Cuando apenas contaba con veintidós años abandonó sus más que queridas Islas Canarias en busca de su sueño como docente en otra comunidad. Extremadura fue para él un destino idóneo: desconocía la región y quería disfrutar una de esas experiencias en las que los jóvenes se embarcan cuando aún son jóvenes. Lo que era desconocido para los extremeños es que ese joven canario cambiaría por completo la historia del deporte dentro de la comunidad.
Defensor de la igualdad de oportunidades, Mancho coordinaba su actividad como docente con actividades de apoyo a discapacitados. Pretendía dar visibilidad a un colectivo desamparado, excluido. Y optó por el deporte como herramienta de fusión de ese colectivo con una sociedad egoísta en muchos casos.
Mancho comenzó su vinculación con el deporte de discapacitados organizando un campamento para disminuidos físicos en A Coruña. Desde ahí, fue coordinador de los Jedes y llevó a cabo su principal proyecto.
En 1981 nace el Club Polideportivo Mideba, un equipo de baloncesto en silla de ruedas del que Mancho formó parte como director y entrenador. Un conjunto que alcanzó el Olimpo deportivo coronándose campeón de Europa en el año 2000.
“Los premios eran y son secundarios. Lo único que importaba era que ellos se divirtiesen. Conseguir un mensaje social”. En palabras del propio Miguel, su labor de visibilidad está más que conseguida. Los galardones, para el que los merezca de verdad. No son necesarios para el espíritu altruista de un hombre que ha dedicado su vida a los demás. A conseguir que ese colectivo, antes discriminado por muchos, sea y continúe siendo un colectivo más dentro de la sociedad.
Canarias y Extremadura. Dos mundos totalmente contrapuestos. ¿Cómo llega Miguel Mancho a Extremadura y cómo fueron los primeros años en la región?
Las plazas que me ofertaron no me parecían llamativas. Elegí Extremadura porque era una región que no conocía. Un sitio nuevo. El contrato de un año que me ofertaron ha durado más de 50 años (risas). La gente también ayudaba mucho. Los extremeños se portaron muy bien desde el primer momento.
¿Cómo un docente con su mundo profesional encaminado se interesa por ayudar y por dar visibilidad a un colectivo como son las personas con discapacidad?
Pienso que todas las personas deben tener derecho a las mismas oportunidades, independientemente de su capacidad o discapacidad. En mi caso, lo ligué al deporte. Me volqué a este colectivo, porque todos debemos tener las mismas oportunidades. No solo los mejor dotados.
¿Cómo empezó esa vinculación con el deporte en Extremadura? ¿Cuáles fueron los primeros pasos en el deporte una vez que usted tiene la “obligación” de dar visibilidad a las personas discapacitadas?
El factor más importante fue la cadena y los contactos. Mis amigos y conocidos me ayudaban mucho. Organizábamos pequeños eventos. Trofeos de Semana Santa, fines de semana…Poco a poco fuimos dando visibilidad a los discapacitados.
¿Tuvo alguna dificultad al principio de esta aventura?
Surgían pequeñas cosas, pero eran suplidas con coordinación y buena mano. Los medios de comunicación ayudaban mucho. Todos eran unánimes en que el deporte adaptado consiguiese el lugar que merecía incluso a nivel nacional.
¿Qué supuso en lo personal para usted la fundación del Club Polideportivo Mideba?
Una gran satisfacción, sin duda. El derecho de todos a hacer deporte. He conocido a personas que únicamente tenían contacto con personas con la que compartían minusvalía. Eso no debía ser. De esta forma el deporte fue el impulso para estas personas. De que los extremeños conociesen a estas personas, hasta el momento, desconocidas por muchas.
En el año 2000 el Mideba logró ser campeón de Europa. Como co-fundador del club, ¿Miguel Mancho alcanzó su techo ese día o aún tenía objetivos que cumplir?
El trabajo del Mideba se unió en esos años a mi cargo como Director de los Jedes. Supuso la caballería ligera del ejército que lideramos para dar visibilidad a la discapacidad física, intelectual, parálisis cerebral…Pero siempre te queda el reto de ir superándote más y más. No me marcaba un techo fijo. Aún se podía mejorar en algo.
Actualmente el equipo es segundo clasificado en División de Honor de la Liga BSR y compite en la mejor Liga Europea.
¿Qué opina usted de la situación del club actual?
El Mideba a día de hoy es el Decano del baloncesto en silla de ruedas español. Es muy importante que desde el año 1982 se ha continuado el trabajo que se empezó ese año para que Extremadura siga resonando como promotor del deporte adaptado. Para mí eso es lo más importante.
¿Cuál es el reto del Mideba en los próximos 10 años?
Desconozco eso, ojalá lo supiera (risas). Podíamos decir que existiera una diversificación. Ampliar el club a otras discapacidades tal y como hace referencia la segunda sigla de nuestro equipo. El Club Polideportivo Mideba debería trasladarse precisamente a eso, a otros puntos del deporte.
¿Qué opinión le merece el deporte discapacitado en Extremadura y cuál es el futuro que le espera?
Cuando abandoné los Jedes, Extremadura era líder en cuanto a gestión del deporte adaptado se refiere. Nos marcamos el reto de que fuera el deporte más conocido en toda Extremadura. A ello ayudaron los medios de comunicación, como te he dicho.
¿Fue Extremadura un referente a nivel nacional e internacional debido a su gestión?
Mi gestión y la de muchos. Fuimos organizadores de un Campeonato de Europa, labor que se le adjudica a Federaciones Nacionales. Organizamos varias Copas de Europa de baloncesto en silla de ruedas. También Campeonatos de España de atletismo adaptado. Sin duda Extremadura ha sido pionera en este campo de discapacidad y deporte.
¿Con qué se queda Miguel Mancho de toda esta experiencia?
La cara de satisfacción de los deportistas era mi satisfacción personal. Eso no tiene precio. Una imagen que recuerdo sin duda es un joven con parálisis cerebral después de ganar el Campeonato de Bochas abrazando su trofeo. Se sentía el mejor del mundo. Para mí supone mucho. Representaba uno de los lemas que teníamos en los Jedes: “Competir para convivir”.
La última, para acabar. Con la mano en el corazón, ¿volvería Miguel Mancho mañana mismo al Mideba Extremadura si el equipo lo necesitara?
Por supuesto. Sin lugar a duda. Mañana mismo si fuese necesario. Mis manos siempre estarán a disposición del Mideba Extremadura.
Entrevista de Adrián Pozo Rodríguez
Be the first to comment