El Cacereño sigue contando los partidos de liga por victoria.
Esta vez sería en su estreno como forastero en el madrileño barrio de Usera.
Se midió a un aguerrido Moscardó. Moscardó no dio su brazo a torcer hasta cercados los segundos finales.
Primer gol
Los locales se adelantaron por medio de una gran definición del inmortal Dani Segovia.
Los de Cobos, lejos de bajar los brazos, no vieron el gol del ariete como un obstáculo insuperable.
Supieron leer los espacios.
Aprovecharon sendas acciones de Adri Pérez, de falta directa.
También aprovecharon las acciones de Clausí para certificar la remontada y el pleno de puntos en las dos primeras jornadas.
Juego directo
La idea del comienzo de partido era evidente: constantes balones largos y poco protagonismo de los centrocampistas. Se presuponía que los arietes referencias iban a ser los encargados de marcar las diferencias en el juego de espalda.
Dani Segovia y Salinas, ante la suplencia del acertado Chris, fueron los encargados de bregar contra las zagas opuestas.
El primero de ellos tuvo mayor éxito al comienzo del choque.
El Moscardó, con la idea atrevida de su entrenador Poves, no dudó en adelantar líneas. Presionó a un Cacereño que tuvo complicado salir en transición en los primeros minutos.
Las ocasiones de Isaac, Viñuela o Salinas dejaban entrever que iba a ser un partido de alta tensión.
También auguraban una gran cantidad de llegadas.
Era un partido a los golpes.
Quedaba claro que el que estuviera más fino de cara a puerta se iba a terminar llevando el choque.
La primera parte llegaría a su fin.
Adri Pérez y Merencio encontraron huecos por el área defendida por el conjunto madrileño.
Sin embargo, ninguna de esas ocasiones se acabó materializando.
Cambio de guion
Al salir de vestuarios se empezó a notar la mano de Julio Cobos sobre el equipo. El Cacereño empezó a dominar. Las llegadas empezaron a sucederse una tras otra.
En este punto del partido fue el Moscardó el que decidió replegar. Aprovechó los espacios que había a la espalda de la zaga caesarina.
Y esas espaldas fueron aprovechadas para trenzar una contra. Dani Segovia, ariete del conjunto de Usera, la definió a la perfección.
El Cacereño encajaba su primer gol de la liga.
Se veía a media hora del final con un resultado por remontar.
En este momento el equipo tuvo varios minutos de duda. No se terminaba de aliar con la suerte.
Esa dichosa fortuna sí que apareció en el minuto 82. Adri Pérez se decidió a lanzar una falta directa sobre la portería de Garzón.
El disparo rebotó en un miembro de la barrera. El balón se acabaría introduciendo para alegría del más de centenar de personas presentes en el estadio aficionadas al Cacereño.
Cuestión de fe
Con el empate el equipo y el partido cogieron otros tintes.
- Cobos luego remarcó su importancia en la rueda de prensa post partido.
- Instó a los suyos para que jugaran sin tanto balón directo.
- Quería que buscaran los espacios que dejaban los centrocampistas del Moscardó entre líneas.
Esos huecos serían aprovechados por Sancho.
En una conducción vertiginosa, facilitó la pelota a Bernal. Bernal se encontraba escorado en banda izquierda.
Tras ello, el talentoso media punta balear sirvió un centro raso. La defensa lo despejó en semifallo. Alvaro Clausí terminaría rematando acertadamente para el posterior furor de todos los verdiblancos allí presentes.
Afición y plantilla se unieron en una única piña sobre las vallas de preferencia del Román Valero para celebrar.
El conjunto extremeño había saldado su primer choque como visitante con una remontada.
Un gol de su eterno capitán en los compases finales del encuentro cerró el partido.
La locura y el jolgorio se apoderaron de los verdes.
Julio Cobos dejó claro que “no deja de ser el segundo partido de liga.
Hay que bajarse un poco al suelo.
Si esto terminase así estaríamos todos muy contentos, pero todavía quedan 32 jornadas”.
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