A falta de poco más de un día para las elecciones más calentitas que jamás hemos conocido, entiéndase a gusto del consumidor lo polisémico de la expresión, estas páginas siempre han dejado constancia de la actualidad política en torno a la actividad cinegética. Además, lo han hecho con libertad, independencia y pluralidad.
En la época de las noticias falsas, la sobredosis de información -que paradójicamente ha llevado a la desinformación- y el acceso directo y sin filtros a una red inundada de contenidos de dudosa calidad, han hecho que la actualidad sea excesivamente fugaz y nuestra memoria irremediablemente raquítica. El olvido es mal consejero a la hora de votar a unos o botar a los otros y deberíamos hacer un importante esfuerzo de reflexión antes de decidir el futuro de nuestro campo, de la caza y de España.
Pérez-Reverte en su libro “Una Historia de España”, relatando la conquista musulmana de Hispania, decía que “Los españoles de entonces, a impulsos de su natural carácter, adoptaron la actitud que siempre adoptarían en el futuro: no hacer nada por cambiar una situación; pero, cuando alguien la cambia por ellos y la nueva se pone de moda, apuntarse en masa. Lo mismo da que sea el islam, Napoleón, la plaza de Oriente, la democracia, no fumar en los bares, no llamar moros a los moros, o lo que toque.”
Lo que funciona es mejor no cambiarlo, ¡mira Toyota! Lleva años y años sin cambiar muchas de sus piezas. Pero si no te gusta, si no te lo crees, si no estás de acuerdo, ni el olvido, ni esa “estúpida, acrítica, hipócrita, fanática y acomplejada fe del converso” que describe Reverte, debe impedirte intentar cambiarlo.
Yo, aquí, he venido a hablar de mi libro, que diría el señor Umbral, he venido a hablar de todo aquello que me ha costado en los últimos años muchas horas de sueño y más horas de trabajo aún. Para muchos, el comienzo de una nueva temporada de caza es la cura de todos los males, el síntoma de que, a pesar de los pesares, todo va bien. Cada cual que juzgue y vote en consecuencia.
Acuérdate que ahora ya no se puede cazar en Parques Nacionales, y son cercones y jaulas, unidos a los impuestos que todos pagamos, los que hacen la labor que antes hacíamos los cazadores.
Recuerda que son esos mismos impuestos los que sirven para mal pagar los daños que los lobos provocan a los ganaderos en nuestros queridos pueblos, y cuya protección se realizó de una forma burda y atropellada para prohibir su caza controlada en el mejor momento poblacional de los últimos 50 años.
Lo recuerdo perfectamente. Recuerdo que, en esa misma votación para proteger al lobo, Extremadura se abstuvo sobre la protección de la tórtola. Esta no salió adelante, cosa que permitió desarrollar en nuestra región el programa de caza adaptativa de la especie. Pero en toda España se sigue con una prohibición encubierta y sin poner remedio por parte de los gobiernos central y autonómicos.
La vida sigue adelante… Seguro que a algún estúpido, hipócrita y acomplejado converso del eco animalismo todo esto le parece perfecto. A mí no.
No me parece bien que se prohíba por prohibir, como primera y única solución, sin hacer nada más. No me gusta que se persiga, señale y estigmatice a ningún colectivo, ¡a ninguno he dicho! Menos aún me gustaron las intentonas sectarias y palmarias de prohibir la caza de la codorniz y la perdiz.
No me gusta sentirme abandonado, pero menos aún me gusta sentirme atacado. Cientos de miles de cazadores y gente del mundo rural ya expresamos, de forma muy civilizada, lo que pensamos de la Ley Animalista y todo lo que la envuelve. Y lo hicimos en la mayor manifestación que se recuerda de los últimos tiempos, lo hicimos en libertad, y sin tintes políticos, gente de izquierda y derecha gritamos ‘basta’.
Dice Pérez-Reverte que “la Historia de España es una sucesión de oportunidades perdidas, momentos en los que tocamos con los dedos la normalidad y la honradez y no la pudimos conservar”. De este fin de semana solo deseo que salgan la normalidad, la honradez y el respeto que los cazadores demandamos.
Artículo publicado el 21 de julio de 2023 en www.hoy.es
Be the first to comment